Creo que ya he tenido ocasión en
algún comentario anterior de citar, de forma más ó menos explícita, el gran
atractivo que para mí tiene la Cosmología, aparte de incluir esta disciplina,
junto con la Bioquímica, en uno de los pilares más firmes del conocimiento
humano en cuanto a su proyección teleológica; pués bien, este atractivo no es
otro que el de ser por el momento una ciencia altamente especulativa, en tanto
en cuanto puede proponer teorías y conjeturas que al día de hoy, y con la
tecnología de que actualmente se dispone, no son directamente verificables de
forma experimental. No le doy a la especulación científica el significado
acusadamente peyorativo que algunos pretenden, sino que creo que la misma es a
la ciencia lo que la inspiración es al arte, a pesar de que en el estudio del
Cosmos, y debido a su propia peculiaridad, se ha podido comprobar con frecuencia
como el sentido común, propio del razonamiento humano, que alimenta el ejercicio
especulativo, lleva a conclusiones que han resultado falsas, cuando no
totalmente contrarias en relación a la realidad eventualmente comprobada con la
observación. Por otro lado, es justo reconocer que los grandes logros del saber
científico han sido, en muchos casos, el final del camino iniciado con
proposiciones personales de marcada heterodoxia respecto a los conocimientos
establecidos, y de esto en la historia hay innumerables ejemplos.
Dicho
esto, quiero referirme a un comentario que el renombrado físico teórico Kip S.
Thorne hace en su libro "AGUJEROS NEGROS Y TIEMPO CURVO" (Black Holes and Time
Warps) al citar a la esposa del científico ruso Igor Novikov, en que la misma
relata una ídea en la que está trabajando este último basada en la analogía
entre la implosión estelar creadora de un Agujero Negro y el "Big Bang", pero
con el "tiempo invertido", es decir, yendo hacia atrás.
En mi ensayo "LA
VERDAD DE GIORDANO", comento en el capítulo XVIII que, sí bien la "Hipótesis de
la Curvatura de Weyl" se cumple en un Agujero Negro estático, tipo
Schwarzschild, y en una trayectoria ecuatorial de un Agujero Negro rotatorio,
tipo Kerr, en que el tensor de Weyl diverge, indicando la aparición de enormes
fuerzas de marea creadas por la intensa curvatura del espacio-tiempo, no ocurre
lo mismo en el "Big Bang", como ya lo han señalado entre otros, Stephen Hawking
y Roger Penrose, ni tampoco en una trayectoria cenital de un Agujero Negro
rotatorio, en donde la convergencia del mencionado tensor de Weyl crea la
condición necesaria (¿y suficiente?) para permitir la aparición de un nuevo
Universo.
Respecto a todo esto, hay científicos que hablan de dos tipos
de singularidades, una sería el ya citado "Big Bang", mientras que en el otro
tipo estarían englobados todos los Agujeros Negros. Este es un criterio que,
según mi opinión, se basa más en el desarrollo de las ecuaciones de la
Relatividad General, que en el concepto físico de los fenómenos cosmológicos, ya
que según este último sólo habría una singularidad, aunque con manifestaciones
distintas, según se tratara de Agujeros Negros ó Agujeros Blancos.
En
cuanto a lo que arriba he dejado subrayado referente a la inversión temporal,
creo que el mantenimiento de esta simetría (Simetría T) llevaría a problemas con
el Segundo Principio de la Termodinámica de dificil explicación y aún más
complicada solución. Tal como señalo en el capítulo XIX de "LA VERDAD DE
GIORDANO", con la ruptura de la Simetría T, el aumento entrópico seguiría
teniendo un carácter positivo en la localización de un Agujero Blanco, siempre
que también se rompa la simetría de paridad (Simetría P) y se mantenga la de
carga (Simetría C), con lo que queda cumplido el principio del mantenimiento de
la "Simetría CPT"; en otras palabras, mientras que la conexión entre Agujeros
Negros y Agujeros Blancos ("Worm Hole") signifique el paso de un Universo de
partículas a un Universo de antipartículas ó viceversa, la "Flecha del Tiempo"
no se verá afectada en el tránsito, y con ello permanecerá inviolado el "Segundo
Principio"; y por otro lado, este planteamiento se muestra consistente con el de
Universos separados por el "Horizonte de Cauchy" sin ningún tipo de conexión
causal, ya que la misma llevaría a la autodestrucción de los mismos, dado su
carácter de cargas opuestas (Universo-Antiuniverso).
21.06.05
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