PARADOJA EPR

Velocidad de la Luz como Límite


Velocidad de la luz como límite


Conocido es que a Albert Einstein nunca le agradó demasiado la Mecánica Cuántica, a pesar de que su premio Nobel se debió al estudio sobre un fenómeno cuántico, como es el efecto fotoeléctrico. De hecho lo que a Einstein no le gustaba era la interpretación estadística que, dentro de esta disciplina, habían dado Heissemberg y Schrödinger, sí bien, a la postre, no tenía más remedio que admitir que sus planteamientos conducían a resultados que daban explicación a muchos fenómenos observados en el microcosmos.
No obstante, había algo que para el físico alemán no podía ser aceptado bajo ningún supuesto, y esto era la velocidad de la luz. Sin duda, esta magnitud, transformada de constante física a límite absoluto, formaba el gran cimiento de su Teoría de la Relatividad. Nada, ni siquiera los fotones lumínicos, pueden rebasar este límite, porque de hacerlo, no solamente quedaría implicado un aporte de energía infinito, sino que además quedaría violado el principio de causalidad, pudiéndose generar un tiempo negativo.
Para apoyar todo esto, se conjeturó lo que se vino a llamar "PARADOJA DE EINSTEIN-PODOLSKY-ROSEN", en donde partiendo del supuesto de dos partículas cuánticas con espín total nulo, como lo son dos fotones generados por la aniquilación de un electrón y un positrón, se preconizaba, según la mecánica cuántica, que cualquier propiedad medida en uno de ellos se habría de manifestar "instantáneamente" en el otro, dado su procedencia común, e independientemente de la distancia a la que se encontraran en el momento de la medición. Esto, en definitiva, implica una conexión entre ambos fotones a velocidad infinita, cuyo anatema físico viene a demostrar la inconsistencia de la teoría cuántica.
La "PARADOJA DE EINSTEIN-PODOLSKY-ROSEN" fue rebatida por el experimento de Bell, pero no creo que sea necesario recurrir al mismo para invalidarla, pues ya se ha podido ver en el estudio de las condiciones internas de un Agujero Negro de Kerr, tal como se puede comprobar en mi trabajo LA VERDAD DE GIORDANO, como aparece el tiempo negativo, y no solamente como un artificio de cálculo, sino como una realidad física con entidad propia. Por otro lado, y en cuanto a la velocidad de la luz, nos encontramos en la conexión espacio-temporal de dos Agujeros Negros Rotatorios, es decir, en lo llamado por Wheeler "Agujero de Gusano", que se genera un nexo "instantáneo" entre los dos Universos conectados por el mismo.
Cabe pensar que en una conexión "interuniversal", al existir una solución de continuidad entre dos universos, no es propio hablar de la constancia de ningún parámetro físico, incluyendo, por supuesto, la velocidad de la luz; pero, en definitiva, en este punto mi reflexión personal subyace en la consideración de que, como ya he apuntado en otro artículo de esta serie, la constancia de ciertas entidades físicas, entre las que cabe incluir la velocidad de propagación de las ondas electromagnéticas en el vacío, no sea sino una distorsión generada en nuestro propio cosmos como resultado de un colapso previo en el microcosmos. Quizás la, a veces aparente, incompatibilidad entre Mecánica Cuántica y Relatividad sea debida a la terquedad de tratar de extrapolar las mismas condiciones en universos distintos. Igualmente sería posible que el macrocosmos, que tanto nos intriga y admira, no sea otra cosa que el resultado de un colapso de nuestro propio cosmos, así nuestro universo vendría a ser una función de onda de un g
ran Universo, que abarcaría una infinidad de funciones de onda de otros universos parciales.
Finalmente, quiero apuntar que, una vez más, nos encontramos a los Agujeros Negros Rotatorios como la puerta, no solo a otros universos, sino también, y lo que creo es más importante, a la comprensión de las nuevas fronteras de la física.

12.12.03



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