FLECHA DEL TIEMPO EN EL UNIVERSO

Entropía y Multiuniversos


Flecha del Tiempo en el Universo


Ya es conocida la relación que parece haber entre "Entropía" y "Flecha del Tiempo", ó al menos es razonable sospechar que existe una ligadura profunda entre ambas, en cuanto manifiestan una marcada característica de irreversibilidad.

Sabemos, además, que el "Segundo Principio de la Termodinámica" es válido en sistemas cerrados. Las variaciones de entropía pueden ser nulas, aumentar ó disminuir en sistemas abiertos, y esto ha quedado suficientemente demostrado con el proceso biológico que dió paso al origen de la vida en la Tierra. Qué es la vida, sino una permanente asimilación de recursos energéticos que permitan al organismo que la protagoniza una reducción de su valor entrópico, y así, alejarse del equilibrio con su medio, cuyo establecimiento representará eventualmente la muerte. Pero para que el organismo vivo pueda llevar a cabo este proceso, ha de constituirse en un sistema abierto, de forma que pueda intercambiar continuamente con el exterior de su dominio somático energía (asimilación) y entropía (excrección).

Cabe ahora plantearse la siguiente pregunta: ¿es el Universo un sistema abierto ó cerrado?. Nada hay que decir, que no reincidiera en lo que ya es sobradamente conocido, de la segunda posibilidad. Respecto a la primera, transcribo a continuación lo que el padre de la termodinámica, el insigne físico austríaco Ludwig Boltzmann, dijo en una de sus conferencias sobre mecánica estadística: "De la proposición anterior se sigue que cualquier sistema de cuerpos cerrado debe aproximarse finalmente a un estado en que la entropía sea un máximo. Generalmente ha causado asombro encontrar que la última consecuencia de esta ley sea que la totalidad del mundo deba precipitarse hacia un estado final en el que cese todo proceso, pero esta consecuencia es evidente sí se considera el mundo como un sistema finito y sometido al segundo principio. Sí se toma el mundo como infinito, vuelven a aparecer las dificultades mencionadas anteriormente, a menos que se represente lo infinito simplemente como un límite". Y más tarde añade: "S
egún la teoría, no son absolutamente imposibles los estados en los que las mezclas se separan, es decir, la existencia de grandes diferencias de temperatura, sino sólo altamente improbables, realmente en un grado casi inconcebible. Sí imaginamos el mundo suficientemente grande, según el cálculo de probabilidades se nos presentarán aquí y allá regiones, de las dimensiones de las estrellas fijas, con una distribución de estados muy improbable. Tanto en su formación como en su disolución el curso del tiempo será unidireccional; es decir, que sí se encontraran seres pensantes en una de las regiones anteriores, deberían tener la misma impresión del tiempo que tenemos nosotros, aunque el curso del tiempo para el universo como totalidad no sea unidireccional". Vemos como aquí Boltzmann nos habla de dos temas clave, "Flecha del Tiempo" (Relatividad General), y "Probabilidad" (Mecánica Cuántica), adelantándose así en un siglo a las dos teorías físicas que parecen estar llamadas a resolver los arcanos más íntimos del C
osmos.

En mi trabajo "La Verdad de Giordano", y más concretamente en el capítulo XIX, hablo de la posible relación que puede haber entre el segundo principio y la simetría CPT (Carga-Paridad-Tiempo), y muestro que de establecer la existencia de un Agujero de Gusano que conecte dos universos, se pierde la simetría T (Tiempo) sí queremos seguir conservando el segundo principio. Esta circunstancia es la que, precisamente, ha llevado a afamados científicos, como Stephen Hawking ó Roger Penrose, a dudar sobre la posible existencia de Agujeros Blancos, com extremos simétricos de los Agujeros Negros. Pero, pensemos por un momento que, de haber infinitos universos, tal como se postula en "La Verdad de Giordano", nos veríamos liberados del obligado cumplimiento del principio termodinámico, con lo que, en definitiva, tampoco sería necesario postular la existencia de una ruptura de simetría T, de forma que sería factible la existencia de universos, que al igual que un ser vivo, invirtieran la "Flecha del Tiempo", reduciendo al
mismo tiempo su "Entropía", enviando su variación (reducción) a otros universos por medio de los Agujeros de Gusano, que harían de cada universo un sistema abierto.

Quiero acabar este artículo con una nueva cita tomada de otra conferencia del ya citado Ludwig Boltzmann: "Experimenté la sensación como una opresiva pesadilla, de que era un rompecabezas sin solución que yo pudiera existir, ó que pudiera existir un mundo, y por qué sería precisamente de esa forma y no de otra cualquiera. La ciencia que consiguiera resolver este rompecabezas me parecería la más grande y la verdadera reina de las ciencias, y a esto yo lo llamé filosofía".

Quizás el anhelo de Boltzmann no tarde mucho en ser satisfecho con el descubrimiento de un Hiperuniverso de manos de la Relatividad General y la Mecánica Cuántica.



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